Una lengua es un sistema de comunicación verbal y escrito, dotado de
convenciones y reglas gramaticales, empleado por las comunidades humanas
con fines comunicativos. Usualmente, está basada en símbolos sonoros,
pero también puede estar constituida únicamente por signos gráficos.
Como tal, la palabra proviene del latín lingua.
Es un sistema convencional de signos utilizados por los grupos sociales para comunicarse entre sus miembros.
Una definición lingüística de la lengua establece que es un sistema de signos doblemente articulados,
es decir, que la construcción o búsqueda del sentido se hace en dos
niveles de articulación, uno, el de las entidades significativas morfemas y lexemas (o monemas) que forman los enunciados, y otro, el de los fonemas
que construyen o forman las unidades significativas. Estos dos sistemas
de articulación conforman los primeros niveles de la descripción
lingüística: Fonología, Morfología lingüística y Sintaxis. André Martinet
precisa que el orden de descripción es necesariamente inverso del orden
de percepción o de uso de la lengua: la descripción comienza por el
segundo nivel de articulación (los fonemas) para luego ir al primero (la
combinatoria de unidades significantes).
Lengua y palabra
Se distingue igualmente, después de Ferdinand de Saussure, la lengua y la palabra (es decir, la utilización efectiva del sistema de la lengua por los locutores).
Lengua y lenguaje
Igualmente se distingue la lengua (sistema de signos) y el lenguaje
(facultad humana instrumentada por medio de un tal sistema). La lengua
doblemente articulada no es más que un medio de comunicación (lenguaje)
entre otros. La facultad de comunicar puede ser instrumentada también
por otros sistemas de signos, como el gesto, como el dibujo, como
incluso la propia vestimenta, etc.
La lingüística, como ciencia del lenguaje en sentido estricto, está
necesariamente englobada en una disciplina con numerosas ramas: semiología o semiótica, ciencia general de los signos y del significado.
Lengua y dialecto
En una perspectiva sociolingüística (estudio de las lenguas en sus relaciones con las sociedades), el término «lengua» engloba todo idioma que cumpla dos funciones sociales fundamentales: la «comunicación»
(es a través de este instrumento que los actores sociales emiten e
intercambian sus ideas, sus sentimientos, sus pensamientos, etc.), y la «identificación»
(en su doble aspecto individual y colectivo, la lengua sirve de
marcador de identidad, en cuanto a las características del individuo y
sus pertenencias sociales).
En consecuencia, las «lenguas» son entidades vivas, sujetas a las
influencias de múltiples factores, por ejemplo, evolución del léxico e
incluso de las reglas gramaticales. Además, las fronteras entre las
distintas lenguas son consideradas no herméticas, dándose intercambios de vocabulario y hasta de idiosincrasias o de estilos de expresión y pensamiento.
Lengua natural y lengua construida
Llamamos lengua natural,
a una lengua que se establece con el curso del tiempo, y por la
práctica social espontánea de los locutores, partiendo de anteriores estados de lenguas, y/o por influencias de otras lenguas. Éste es el caso de la mayoría de las lenguas habladas en el mundo.
Por el contrario, llamamos lengua construida, a veces también impropiamente denominada lengua artificial, a una lengua que resulta de una creación normativa consciente de uno o de varios individuos. Éste es por ejemplo el caso del esperanto, una de las pocas lenguas construidas que tiene un número significativo de locutores, aunque también podríamos mencionar al ido, al volapük, a la interlingua, al toki pona, al lojban, al klingon, al na'vi, etc.
Lengua viva y lengua muerta
Una lengua se dice que está viva, cuando ella es
utilizada oralmente por personas que la tienen como lengua materna, o en
su defecto, cuando se la utiliza en forma corriente (y frecuente) en
una comunidad suficientemente numerosa, de manera tal de permitir una
evolución espontánea de esa forma de comunicación (por ejemplo, el caso
del esperanto).
Y llamamos lengua muerta o extinta,
a una lengua que ya no es practicada oralmente como lengua primera,
aunque ella pueda ser utilizada en ciertos dominios (como por ejemplo en
la religión, caso del latín y del copto). Por este detalle, es que algunos prefieren usar el término lenguas antiguas.
El conocimiento de lenguas muertas, permite el estudio de textos antiguos y de inscripciones antiguas, lo que por cierto es útil para la lingüística histórica, así como para la historia y para sus disciplinas conexas. Las dos lenguas muertas más importantes para la cultura occidental son el latín y el griego antiguo.
Y para el caso de la cultura de la India o para culturas que por esa
región hayan sido influenciadas, la lengua muerta más trascendente es el
sánscrito.
Es posible «resucitar» lenguas muertas, al menos en ciertos casos, como lo muestra el ejemplo del hebreo.
Una lengua viva es raramente un sistema uniforme y rígido, ya que por lo general presenta variaciones según el lugar geográfico (dialectos), el medio social (sociolectos), y los individuos (idiolectos), y por cierto, también variaciones en el tiempo (diacronía),
lo que hace que, considerado un momento dado, una lengua está siempre
en evolución, pudiéndose reconocer varios estados o estadios sucesivos.
Por ejemplo, el sistema fonológico de las lenguas está en evolución constante, y es estudiado por la fonética histórica.
Una lengua viva es definida y establecida en una geografía lingüística, es internacionalmente reconocida, y queda definida por su frontera lingüística. Y si esa última es atravesada por una frontera nacional, se habla entonces de lengua transfronteriza o lengua transfrontera.
Se llama lengua materna
de una persona, a la o las lengua(s) que esta persona ha adquirido en
su infancia, en el curso del proceso de perfeccionamiento y adquisición
del lenguaje que todo niño o niña realiza espontáneamente y en forma
natural, durante sus usuales interacciones sociales en el entorno
familiar y en la comunidad.
Historia: Orígenes de las lenguas humanas
El surgimiento del lenguaje humano doblemente articulado, con todas
sus enormes posibilidades, es por cierto muy enigmático. Y los orígenes
remotos de las lenguas actuales han suscitado y suscitan hipótesis y
supuestos a veces contradictorios. Numerosas investigaciones,
principalmente de antropólogos, arqueólogos, genetistas, y lingüistas,
sugieren la hipótesis de una remota lengua común u origen único, aunque
por el contrario, también numerosos estudios refutan esta posibilidad.1
Número de lenguas
Es imposible determinar con precisión el número de lenguas habladas
en el mundo, en razón de la dificultad que existe para trazar las
fronteras precisas entre lenguas, y particularmente en razón de las
dificultades para diferenciar lenguas y dialectos entre sí. Según
estimaciones, hoy día existirían entre 3000 y 7000 lenguas vivas.2
Número de locutores por lengua
Estimaciones del número de locutores de una lengua (lengua materna y
segunda lengua) pueden revelar importantes divergencias en cuanto a los
valores, según los supuestos que se utilicen en los estudios.
Particularmente ese es el caso del francés;3 se estima el número de locutores del francés en 128 millones en 1999, y entre ellos solamente 77 millones como primera lengua.
Desaparición de lenguas
La lingüista Colette Grinevald4 5
estima que antes del año 2100, desaparecerán alrededor de la mitad de
las lenguas hoy día vivas. Y en ciertas regiones, como por ejemplo Australia o América, ese porcentaje podría elevarse del 50% hasta incluso el 90%.6
Véase que al inicio del 2008, la ONG Survival International estimó que una lengua indígena desaparece cada dos semanas.7
- El inglés, principalmente como lengua para el comercio y los intercambios científicos, además de ser lengua corriente en varios países y zonas del mundo;
- El español, como lengua de uso corriente especialmente en América Latina, en España, y en el sur de Estados Unidos;
- El portugués, como lengua de uso corriente en América del Sur y en ciertas zonas de África;
- El árabe, como lengua corriente en el mundo árabe;
- El mandarín y el hindi, como lenguas de uso extendido en Asia;
- El swahili y el wólof, como lenguas extendidas en África;
- El alemán como lengua de cierta importancia en Europa.
El francés,
además de ser lengua oficial en varios países de Europa y de África, es
utilizado aún hoy día en forma preferente como lengua en materia de
diplomacia internacional, particularmente entre los llamados «Países No Alineados», así como en la mayoría de las organizaciones internacionales, en los Juegos Olímpicos, en muchas competiciones deportivas internacionales y regionales, etc. Por tanto, es muy probable que la francofonía continúe fortaleciéndose en este siglo XXI, especialmente en el seno de los países hoy día francófonos, en África, en el Maghreb, en Canadá, en Bélgica, en Suiza, y obviamente también en Francia.
Corresponde señalar que el demógrafo y sociólogo Richard Marcoux,10 11 estima que el francés podría contar con 600 millones de locutores para el año 2050. 12
Una lengua es considerada amenazada,13
si ella arriesga no tener más locutores hacia el fin del siglo XXI.
Pero no debe confiarse exageradamente de los números actuales. Una
lengua que pareciera ser sólida, pues hoy día es utilizada por varios
millones de personas, bien podría estar amenazada. Éste es
particularmente el caso de las lenguas quechuas en América del Sur, pues hoy día pocos jóvenes la aprenden.
Desde que la mayoría de la humanidad vive en medios urbanos, la
desaparición de las llamadas lenguas menores se acelera. Y una de las causas bien evidentemente es el éxodo rural, que conduce a la ausencia de transmisión de tradiciones (cultura) y de las lenguas asociadas.
Con frecuencia, la presión social hace que los hablantes de lenguas minoritarias, como las amerindias y también las que se dicen regionales (en Francia como el Bretón durante los años 1950 o como la lengua corsa),
practiquen cada vez menos esos sistemas lingüísticos, y los transmitan
cada vez menos a su descendencia, así que esas lenguas deben ser
declaradas « en peligro ». Muchas veces, los propios hablantes de una lengua tradicional consideran que hablar la misma es un handicap para la integración en la sociedad
y para encontrar un trabajo. Y cuando se instala este sentimiento en la
juventud, la suerte de la o las lenguas involucradas está prácticamente
echada.
También influye la presión ejercida por ciertos Estados,
que al privilegiar un marcado centralismo y al considerar que la lengua
es uno de los cimientos de la sociedad y un factor de unión, toman
acciones que directa o indirectamente favorecen la reducción de la
diversidad lingüística y la desaparición de lenguas menores y de dialectos.
Y estas desapariciones de lenguas por cierto implican generalmente la
desaparición de muchas tradiciones culturales y de muchas
manifestaciones artísticas, ya que lengua y cultura siempre van muy unidas.
La disminución del uso de una lengua tradicional, y en sustitución el
mal aprendizaje de la lengua dominante, sin duda ocasionan una serie de
problemas a las personas afectadas, escasa autoestima, dificultades de integración, dificultades para identificarse plenamente con una cultura, etc.
E Internet,
la red de redes, así como los medios masivos de comunicación social, en
todo este asunto juegan un rol ambivalente, pues de un lado son un
acelerador de la uniformización y por tanto impulsan la desaparición de
lenguas menores y el abandono de manifestaciones culturales, aunque por
otro lado también permiten potenciar lengua y cultura, afirmándola, y
trasmitiéndola a una población que tal vez se encuentra muy desperdigada
en el territorio.
Creación de lenguas
Como ya se vio, por distintas circunstancias hay lenguas que
desaparecen, aunque los mecanismos de creación de lenguas también están
activos.
En general, la creación de una lengua se produce por alguna de las siguientes circunstancias:
- Contacto estrecho y con cierto grado de aislamiento de personas con lenguas diferentes (caso de las lenguas criollas y lenguas creoles).
- Como medida de afirmación y fortalecimiento de la identidad nacional, una comunidad (un pueblo) responde al impulso de crear su propia lengua (casos del swahili, indonesio, hebreo moderno, noruego, katharévousa).
- Como medida de facilitar la comunicación internacional y los intercambios (caso del esperanto).
Existe adicionalmente un cuarto caso de creación de una lengua, a la que podríamos llamar lengua de ficción (caso de jerigonza, rosarigasino, vesre, vesre peruano, jeringa peruana, schtroumpf (lengua pitufa), novlangue (neolengua), kobaien, quenya, sindarin, klingon, na'vi).
Esta última categoría generalmente tiene por motivación u origen más un
interés lúdico o incluso literario, que una verdadera funcionalidad
lingüística (a pesar que las lenguas de esta categoría bien pueden
llegar a ser funcionales).
Derecho
Las lenguas pueden tener diferentes status en los organismos internacionales, particularmente en lo que se refiere a los términos lengua oficial y lengua de trabajo.
Idiomas e informática
En la telaraña mundial, los textos en lenguaje natural son generados con apoyo de los lenguajes de marcas, que manipulan los contenidos en los documentos.14
En torno a la computación y la informática, existen muy diversas
necesidades, variadas disposiciones jurídicas, y un amplio abanico de
prácticas, todo lo que demanda por cierto gestionar la lengua y los
neologismos de una cierta manera, para evitar la completa confusión y el
caos. Y entre otras cosas, conviene ene presente:
- Las disposiciones respecto de la política lingüística (en Francia, la ley sobre el uso de la lengua francesa -Loi Toubon: loi sur l'usage de la langue française-);
- La propia política lingüística regional (en Europa, las normas de política lingüística de la Unión Europea -politique linguistique de l'Union européenne-, para la difusión de directivas europeas y reglamentos;
- Aspectos ligados al rendimiento, como por ejemplo la optimización de motores de búsqueda;
- Buenas prácticas de calidad.
Existen dos usos intensivos de la lengua común en los lenguajes artificiales: (1) El HTML, y (2) el XML.
La implanación de nuevas tecnologías, como Informática, Internet, telefonía celular, han impulsado la creación de nuevas formas de abreviar y de escribir (consultar lenguaje SMS).
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